19 DE ENERO

Era 19 de Enero y como siempre cada año fui a una playa cercana a Copenhague. En esta playa el 19 de Enero encontré a la persona que más he querido en este mundo. Esa persona estaba nadando cuando la mar transmitía serenidad, pero la marea iba subiendo y el claro cielo degenerando y en poco tiempo el fuerte temporal se le echó encima. Por casualidad poseía un bote que utilicé sin pensarlo dos veces para rescatar al chico. Cuando recuperó la consciencia se mostraba confuso y desorientado por lo que le expliqué todo lo ocurrido y pareció volver en sí aparte de comportarse con desconfianza y recelo. Al no saber nada de él y tras todo lo ocurrido decidí acogerlo en mi casa hasta que supiera lo que hacer. De todas formas en casa intenté hacer unas llamadas para averiguar quién era, sin embargo mis intentos fueron frustrados por él  al sorprenderme de improviso cuando llamaba para averiguar quién era. Me cortó la llamada y se volvió susceptible. Yo ante tal reacción pedí una explicación tomando cierta prevención de lo que pudiese hacer.  Aun habiendo tomado cierta precaución hacia él y tras la explicación que me dio que trataba sobre que era un infeliz en su antigua vida por mil razones y que quería empezar de nuevo, yo no pude evitar que me besara y entonces me dejé llevar. No sé si porque yo también me sentía un infeliz y naufragando y por lo tanto necesitaba demasiado que me quisieran o qué, pero simplemente me dejé llevar, disfruté y olvidé o quise olvidar de averiguar quién era. Todo iba genial, era feliz en cada segundo, minuto, momento, instante ... Era feliz. No daba crédito a que todo transcurriera tan bien. No hablábamos de su pasado, simplemente vivíamos sin más. 

Pasó un año desde que vi por primera vez su cara, era 19 de Enero. Me llevó a la playa donde le encontré y de repente sin más me empieza a contar pues que es un fugitivo porque mató a su padre por la locura que le invadía debido al maltrato y a la inhumanidad de su padre hacia él y que sólo desea empezar de nuevo y olvidarse de todo. Yo le pregunté: ¿por qué no se quedaba conmigo, ya que nadie le conoce?  Me contestó que temía que se convirtiese como su padre después de haber sido tan maltratado y habiendo terminado por matarle, que no quería convertirse en una persona agresiva y por ello preferiría estar sólo. Desde entonces el 19 de Enero de cada año voy a la playa donde le vi por primera y última vez.